Higkerdok,
¿Otro más de fantasía? Por @MorguiFairson
Seguro que todos en algún momento hemos leído
algo similar a esto: “un joven que lleva
una vida mediocre castigado por su familia injusta o abandonado por sus amigos
que no le entienden, descubre que tiene escondido un poder asombroso casi
inimaginable y que sólo él puede salvar el mundo de una terrible amenaza”.
Muchos libros de fantasía juvenil se guían por esta sencilla trama del
protagonista corriente torturado por una vida que no merece y que resulta ser
el gran héroe al que todos aspiran a ser pero que nunca serán (siempre con
alguna que otra variación). Seguramente al ver la contraportada del Higkerdok
muchos incluyan dicha novela en ese grupo tan desgastado de la literatura, pero
he declarar que no merece tal clasificación.
En la novela de M. Álvarez descubrimos una
novela de fantasía que, si bien comparte algunos tópicos de dicho género,
despunta con algunos elementos especialmente desarrollados que hacen de esta
obra algo especial, como la trama, los personajes y el humor. Los personajes
destacan por su carácter marcado sin caer en los ya en exceso usados
estereotipos. Los protagonistas son dos mellizos (algo ya por sí inusual) con
personalidades opuestas que se complementan: la chica normal y sensata con un
toque de inocencia, y el hermano atolondrado al que le cuesta centrarse y
tratar seriamente los problemas, pero a la vez protector con su hermana.
También se presenta un coprotagonista carismático con una personalidad
terriblemente pícara que en varias ocasiones sobrepasa lo irreverente y lo
“políticamente correcto”.
Dicho trío se reparte la atención del lector
entre ellos y los demás personajes que poco a poco se les unen en su aventura.
Esto aporta un toque refrescante al no poder clasificar estrictamente a los
personajes en protagonistas, secundarios y villanos, pues incluso la última
figura se niega a aparecer de una forma clara ante el lector. A esto también
contribuye el confuso prólogo con un personaje misterioso que te hace ver que la
historia va más allá de lo que les ocurre a los personajes principales y deja
entrever que no todo girará en torno a ellos.
En cuanto a la trama, avanza a un ritmo
adecuadamente lento para poder presentar a los personajes y que el lector se
empape del encanto de cada uno de ellos. Los diálogos, siempre presentes en
cada escena, aligeran el desarrollo de la historia a la vez que sirven de nexo
entre los diferentes capítulos y ayudan a formar una mejor idea de los
personajes de lo que podrían hacer las descripciones. También sirve de
unificador de la obra el humor. Dicho elemento es parte inherente de los
personajes y se presenta tanto en forma de humor absurdo como negro pasando por
el obsceno, pero siempre en los límites del “buen gusto”. El humor en el Higkerdok,
en especial el del personaje de Aries, es capaz de suavizar escenas dramáticas
y crear situaciones ridículas que resultan hilarantes, aunque no por ello
renuncia a la seriedad y el dramatismo cuando son necesarios. Gracias a dicho
recurso, en ocasiones la propia M. Álvarez se puede permitir concesiones como
criticar algunos tópicos de la literatura de fantasía.
En lo que al estilo se refiere, creo que
queda bastante reflejado en lo expuesto anteriormente sobre la trama y el uso
del humor. He de admitir que el hecho de haber visto cómo se gestaba la obra
del Higkerdok me hace más fácil el apreciar la evolución de dicha novela desde
el primer borrador de mil páginas a la modesta primera parte de apenas
trescientas. Los diálogos pasaron de ser el único elemento narrativo a ser una
parte más de la novela, importante sí, pero otra más. La acción se ralentizó y
se hizo más natural. Además, incluye elementos con cierto toque oscuro como el
mundo de los mercenarios, el fanatismo religioso, las conspiraciones y la
discriminación. Sin embargo, no pretende ser una novela que despierte polémica
sobre dichos temas, lo que es de agradecer hoy en día. Además, ha profundizado
en el carácter de los personajes volviéndose más selectiva y prefiriendo la
calidad sobre la cantidad (aún recuerdo cuando llegó a describir a doscientos
personajes en un barco, todos ellos con un nombre).
En conclusión, considero el libro de M.
Álvarez una novela entretenida y refrescante que no podrás dejar de leer una
vez la tengas en las manos. Ya sea para pasar un rato o alejarte de las
tediosas novelas de moda, el Higkerdok se merece sobradamente el tiempo que
lleva leerlo. Y a ti, que lees esta reseña, te aseguro que te acabas enamorando
de algún personaje tal y como nos ha pasado a los demás.
No podia estar mas de acuerdo... si es verdad que no me he leido la version mejorada (justo ahora mismo me pondre a ello) yo leí la primera version... bueh.. la primera no.. creo k fue la segunda que corregiste no? Bueh... me enganchaste a pesar de que eran capitulos suuuper largos... y yo... k soy super vaga esperaba con ansias tus capitulos... uwu aunque lo tuve que dejar durante un tiempo... pretendo volver y engancharme de nuevo... y sin duda reirme con el humor de Aries <3
ResponderEliminarEl humor de Aries xDDD si Aries en la versión anterior era un soso, en esta versión mola más, ya verás xDDD.
EliminarY sí, lo de los capítulos debería hacérmelo mirar... me enganchan más los libros con capítulos cortos, no sé si será la moda o que xDD