sábado, 5 de octubre de 2013

Reseña por @MorguiFairyson



Higkerdok, ¿Otro más de fantasía?                 Por @MorguiFairson

Seguro que todos en algún momento hemos leído algo similar a esto: “un joven que lleva una vida mediocre castigado por su familia injusta o abandonado por sus amigos que no le entienden, descubre que tiene escondido un poder asombroso casi inimaginable y que sólo él puede salvar el mundo de una terrible amenaza”. Muchos libros de fantasía juvenil se guían por esta sencilla trama del protagonista corriente torturado por una vida que no merece y que resulta ser el gran héroe al que todos aspiran a ser pero que nunca serán (siempre con alguna que otra variación). Seguramente al ver la contraportada del Higkerdok muchos incluyan dicha novela en ese grupo tan desgastado de la literatura, pero he declarar que no merece tal clasificación. 

En la novela de M. Álvarez descubrimos una novela de fantasía que, si bien comparte algunos tópicos de dicho género, despunta con algunos elementos especialmente desarrollados que hacen de esta obra algo especial, como la trama, los personajes y el humor. Los personajes destacan por su carácter marcado sin caer en los ya en exceso usados estereotipos. Los protagonistas son dos mellizos (algo ya por sí inusual) con personalidades opuestas que se complementan: la chica normal y sensata con un toque de inocencia, y el hermano atolondrado al que le cuesta centrarse y tratar seriamente los problemas, pero a la vez protector con su hermana. También se presenta un coprotagonista carismático con una personalidad terriblemente pícara que en varias ocasiones sobrepasa lo irreverente y lo “políticamente correcto”. 

Dicho trío se reparte la atención del lector entre ellos y los demás personajes que poco a poco se les unen en su aventura. Esto aporta un toque refrescante al no poder clasificar estrictamente a los personajes en protagonistas, secundarios y villanos, pues incluso la última figura se niega a aparecer de una forma clara ante el lector. A esto también contribuye el confuso prólogo con un personaje misterioso que te hace ver que la historia va más allá de lo que les ocurre a los personajes principales y deja entrever que no todo girará en torno a ellos.

En cuanto a la trama, avanza a un ritmo adecuadamente lento para poder presentar a los personajes y que el lector se empape del encanto de cada uno de ellos. Los diálogos, siempre presentes en cada escena, aligeran el desarrollo de la historia a la vez que sirven de nexo entre los diferentes capítulos y ayudan a formar una mejor idea de los personajes de lo que podrían hacer las descripciones. También sirve de unificador de la obra el humor. Dicho elemento es parte inherente de los personajes y se presenta tanto en forma de humor absurdo como negro pasando por el obsceno, pero siempre en los límites del “buen gusto”. El humor en el Higkerdok, en especial el del personaje de Aries, es capaz de suavizar escenas dramáticas y crear situaciones ridículas que resultan hilarantes, aunque no por ello renuncia a la seriedad y el dramatismo cuando son necesarios. Gracias a dicho recurso, en ocasiones la propia M. Álvarez se puede permitir concesiones como criticar algunos tópicos de la literatura de fantasía.

En lo que al estilo se refiere, creo que queda bastante reflejado en lo expuesto anteriormente sobre la trama y el uso del humor. He de admitir que el hecho de haber visto cómo se gestaba la obra del Higkerdok me hace más fácil el apreciar la evolución de dicha novela desde el primer borrador de mil páginas a la modesta primera parte de apenas trescientas. Los diálogos pasaron de ser el único elemento narrativo a ser una parte más de la novela, importante sí, pero otra más. La acción se ralentizó y se hizo más natural. Además, incluye elementos con cierto toque oscuro como el mundo de los mercenarios, el fanatismo religioso, las conspiraciones y la discriminación. Sin embargo, no pretende ser una novela que despierte polémica sobre dichos temas, lo que es de agradecer hoy en día. Además, ha profundizado en el carácter de los personajes volviéndose más selectiva y prefiriendo la calidad sobre la cantidad (aún recuerdo cuando llegó a describir a doscientos personajes en un barco, todos ellos con un nombre). 

En conclusión, considero el libro de M. Álvarez una novela entretenida y refrescante que no podrás dejar de leer una vez la tengas en las manos. Ya sea para pasar un rato o alejarte de las tediosas novelas de moda, el Higkerdok se merece sobradamente el tiempo que lleva leerlo. Y a ti, que lees esta reseña, te aseguro que te acabas enamorando de algún personaje tal y como nos ha pasado a los demás.

2 comentarios:

  1. No podia estar mas de acuerdo... si es verdad que no me he leido la version mejorada (justo ahora mismo me pondre a ello) yo leí la primera version... bueh.. la primera no.. creo k fue la segunda que corregiste no? Bueh... me enganchaste a pesar de que eran capitulos suuuper largos... y yo... k soy super vaga esperaba con ansias tus capitulos... uwu aunque lo tuve que dejar durante un tiempo... pretendo volver y engancharme de nuevo... y sin duda reirme con el humor de Aries <3

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    1. El humor de Aries xDDD si Aries en la versión anterior era un soso, en esta versión mola más, ya verás xDDD.
      Y sí, lo de los capítulos debería hacérmelo mirar... me enganchan más los libros con capítulos cortos, no sé si será la moda o que xDD

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